:quality(75)/s3.amazonaws.com/arc-authors/elcomercio/12ec4c02-4834-43a1-87f1-5c7159008e8f.png "Foto de Rogger Fernández")
Si hay un peruano que puede llamarse ‘embajador’ en el fútbol norteamericano, ese es selección peruana como sí lo hizo en los clubes donde pasó.
¿Por qué le sucede eso? Esa interrogante abre el debate y da pie a teorías que intentan explicar su baja performance en la bicolor. Pero vayamos a lo real, lo empírico, lo que se puede contar. Ruidíaz jugó su primer partido en 2011 y desde entonces hasta la actualidad pasaron 12 años. En ese lapso, el delantero crema disputó tres Copas América, tres Eliminatorias, un repechaje intercontinental y un Mundial (con tres técnicos incluido en ese periodo: Sergio Markarián, Ricardo Gareca y Juan Reynoso) con la siguiente producción: cuatro goles en 53 partidos (de los cuales solo fue titular en 21 ocasiones), una cifra que sorprende a cualquiera.
Pero la estadística es la foto del momento. Es cierto, resume la producción de Ruidíaz en la selección peruana; pero no explica el porqué consiguió esos números. Lo que hay detrás de eso va más allá de un simple gol, una asistencia o un buen partido. Y aquí el delantero tuvo una dificultad enorme durante su etapa en la bicolor: competir por el puesto con delanteros de la talla de Paolo Guerrero antes y Gianluca Lapadula ahora.
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— DSportsPE (@DSportsPE) July 9, 2023
▶️ Raúl Ruidíaz jugó hasta el 90+5’ en la victoria agónica de Seattle Sounder 3-2 🆚 Vancouver Whitecaps.
▶️ Con esta victoria, el equipo del delantero peruano se ubica segundo con 3️⃣5️⃣ puntos de la Conferencia Oeste en la MLS 🏆 pic.twitter.com/bcTXkuvsO3
El paso de Ruidíaz por la selección
En la era Markarián, Ruidíaz apareció como una alternativa para el proceso rumbo a Brasil 2014. Era evidente que no iba a ser titular, pero era una opción a considerar en determinadas situaciones. Allí, el delantero coincidió con Guerrero en un buen momento e incluso con Claudio Pizarro, quienes conformaban los ‘4 fantásticos’ en la selección junto a Jefferson Farfán y Juan Vargas. Sin mucho espacio, Ruidíaz apenas jugó dos partidos en esas Eliminatorias y luego ‘desapareció'.
Cuando llegó Gareca, Ruidíaz estaba en otra etapa, una con mejor performance a nivel de clubes y siendo considerado otra vez en la selección. Pero un hubo un momento clave para dar el salto de calidad: aquel partido contra Venezuela en Lima que terminamos empatando 2-2 con una asistencia y un gol suyo a los 94′. Ese día, se ganó la confianza de Gareca, disputó luego la Copa América Centenario y pasó a ser la segunda opción en el ataque de la bicolor, por encima de Pizarro (ya en declive) y solo por detrás de Guerrero, quien lideró el camino del ‘equipo de todos’ hacia el Mundial Rusia 2018.
Tras la etapa mundialista y rumbo a Qatar 2022, la selección se reinventó y Ruidíaz era el llamado a adquirir mayor protagonismo, incluso tras las constantes lesiones de Guerrero. Sin embargo, apareció la figura de Lapadula como un salvavidas para la selección y un muro a superar para la ‘Pulga’. Pese a que era su momento, Ruidíaz tuvo que mantenerse como segunda opción para Gareca. El ‘Bambino’ le ganó bien el puesto y con total justicia, porque el exdelantero crema recibió oportunidades de jugar y demostrar en la cancha que también podía trascender. Pero nunca pudo explotar, de enganchar con la selección, de engranar con Christian Cueva -quien era el ‘cerebro’ de ese equipo- ni de abrirse el arco a sí mismo. Le faltó algo más y esa será la deuda eterna que tendrá en la bicolor.
Ahora que la selección inicia un nuevo proceso con Reynoso al mando hacia Norteamérica 2026, Ruidíaz sigue siendo parte del universo del ‘Cabezón’; pero su situación no ha cambiado. Lapadula sigue por delante y la ‘Pulga’ tendrá que esperar. Tras la rescisión de contrato de Guerrero con Racing, el jugador de Seattle Sounders es la segunda mejor opción que tenemos para la bicolor. Y desde esa posición, deberá sumar al equipo para conseguir el objetivo. Con casi 33 años, será la última oportunidad de Ruidíaz para cambiar su historia de amor con la selección.
Por lo pronto, más allá de Paolo Guerrero y Gianluca Lapadula, Ruidíaz ha sido siempre una opción, más por carencia de opciones razonables. Y es que después de Ruidíaz, no han habido más delanteros con proyección, salvo el caso de Alex Valera, aunque sin el nivel de consolidación que tuvo la ‘Pulga’. Cabe recordar que Valera es todavía un delantero de nivel local.
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